No hay una única definición de duelo. Una de las más extendidas señala que:
“Es el proceso de adaptación normal que sigue la pérdida de un ser querido”.
Y como tal proceso requiere tiempo y es dinámico, no lineal. La forma en que respondemos todos y cada uno de nosotros es diferente: no hay dos duelos iguales, igual que no hay dos personas iguales. El duelo tiene un gran componente privado pero a la vez necesita ser reconocido socialmente.
Las tareas para superar el duelo son fundamentalmente las 4 siguientes:
– Aceptar la realidad de la muerte.
– Trabajar con las emociones asociadas a la pérdida (tristeza, ira, alivio…)
– Aprender a vivir en un mundo en el que el fallecido está ausente.
– Recolocar emocionalmente al fallecido y seguir viviendo.
¿Cuáles son las diferencias entre el duelo adulto y el duelo infantil?
Hay que conocer que de los 0 a los 2 años no hay una comprensión de la muerte, sino una percepción de ausencia de la persona fallecida. Esto es debido a que la permanencia de objeto es el primer pre-requisito para que se pueda construir el concepto de muerte en la mente infantil.
Primero hay que tener en cuenta que el duelo de niños y adolescentes se ve influido directamente por los siguientes factores:
– La edad del niño y sus capacidades cognitivas y emocionales.
– El tipo de relación y de vínculo con la persona fallecía.
– Los recursos externos para garantizar atención y cuidado al niño.
– Los recursos internos de los que disponga el niño.
Teniendo en cuenta estos aspectos, las principales diferencias entre el duelo adulto e infantil son las siguientes:
– Habitualmente los menores resuelven el duelo de manera más rápida.
– Mantener las rutinas es esencial y suele ser un factor protector.
– La expresión emocional es indispensable.
– Los niños suelen preservar sus áreas vitales y el duelo sólo afecta a una o dos áreas.
– El concepto de muerte en los niños es limitado y va avanzando con la edad.
– los apoyos familiares y sociales son imprescindibles para la resolución del duelo.
– La información que reciben los pequeños está influida por la opinión adulta.
¿Cómo podemos ayudar a nuestros pequeños?
A continuación os proporcionamos algunas recomendaciones para facilitar el proceso de duelo:
– Respondiendo a sus preguntas de manera honesta.
– Garantizándoles la seguridad que nunca van a quedarse solos y desatendidos.
– Proporcionándoles seguridad.
– Evitando metáforas que compliquen la explicación de la muerte.
– Usando un lenguaje adecuado y sencillos-
– Usando recursos para afianzar el entendimiento de la muerte como películas, cuentos, dibujos…
– Hablándoles de la muerte aunque no haya sucedido.
– Tranquilizando poco a poco y con cariño las conductas dependientes y de apego inseguro que vaya apareciendo.
– Hablando de nuestros sentimientos.
– Mostrando nuestras emociones y sentimientos.
– Evitemos ocultarle información.
– Evitaremos mentirle o edulcorar la muerte del ser querido.
– Le proporcionaremos actividades para facilitar el recuerdo del ser querido.
Referencias:
Díaz, P. (2016) «Hablemos de duelo, manual práctico para abordar la muerte con niños y adolescentes.»