La autoestima es la conciencia de una persona de su propio valor. Es un cóctel de percepciones, valoraciones y sentimientos sobre nuestro ser.

Todos sabemos que no es una asignatura que se aprenda en el colegio. La autoestima se construye diariamente a través de las relaciones personales de aceptación y confianza con nuestras figuras de apego y de referencia. Es decir, los padres tienen un papel esencial y muy importante en el desarrollo favorable de la misma.

El niño va aprendiendo poco a poco a través de las experiencias diarias. Los padres actúan como un reflejo que le transmite al niño quién y cómo es y cuáles son sus capacidades y habilidades.

La autoestima es un motor esencial para el desarrollo del niño

Cuando un niño adquiere una buena autoestima se siente competente, seguro, y valioso. Algunas  que se observan en niños/as con buena autoestima son las siguientes:

  • Defiende sus ideas y valores.
  • No se deja manipular.
  • Conoce sus habilidades y fortalezas.
  • No se compara con los demás, no se considera inferior ni superior a nadie.
  • No tiene envidia.
  • Sabe reconocer sus emociones.

En cambio cuando nos encontramos delante de alguien que tiene baja autoestima se aprecian los siguientes aspectos:

  • Indecisión, falta de confianza en sí mismo para tomar decisiones.
  • Perfeccionismo elevado y alta exigencia.
  • Necesidad de complacer a los demás aunque suponga ir en contra de sus ideales.
  • Se encuentra defectos con facilidad.
  • Sentimientos de culpabilidad, se muestra autocrítico.
  • Hipersensibilidad a la crítica.

Si habéis detectado alguno de los indicadores anteriores, a continuación os proporcionamos 10 claves para potenciar la autoestima en vuestros hijos:

  1. Evitar la comparación con otros niños.
  2. Invitarles a que participen y nos ayuden en nuestras tareas.
  3. Mostrarles aceptación, cariño y comprensión cuando cometen un error o se equivocan.
  4. Evitar condicionar nuestro estado de ánimo o felicidad en base a sus resultados.
  5. Eliminar el juicio en nuestra relación con él/ella.
  6. Eliminar las etiquetas.
  7. Evitar la insistencia o estar muy encima de ellos/as. Eso les crea ansiedad y sensación de que son incapaces.
  8. Integrarles en la búsqueda de soluciones.
  9. Darles las gracias cuando tienen gestos bonitos o nos hacen favores.
  10. Dar más peso al esfuerzo y no centrarnos tanto en el resultado.

Si conseguimos potenciar la autoestima, conseguiremos niños más felices, más seguros de sí mismos y a la vez estaremos aumentando su motivación para conseguir hacer todo lo que se propongan.

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